If The Mountain Comes An Owomoyela Clarkesworld Junio 2012
A veces, tengo la sensación, el fantástico y de
ciencia ficción se ha abierto con tal entusiasmo a las historias creadas por
escritores fuera del ámbito anglosajón que es posible que ya ni se pidan
referencias antes de unirse a la fiesta. Referencias, me refiero, a si lo que ofrecen es de veras pertenecientes a alguno de estos dos géneros. Claro que, el problema vendría de quién busca y elige; quién edita.
If The Mountain Comes no es ni fantástico ni de ciencia ficción. Tiene
lugar (intuimos) en África, pero en él no hay elementos que rompan el realismo.
Puede que no sea el único caso reciente. Paul Kincaid hablaba en su famoso articulo para Los Angeles Times de otro relato (Rampion, de Alexandra Duncan) de corte histórico, el cual él no
hallaba el modo de encajar de modo alguno en ninguno de los dos géneros. Al
parecer, el relato se ambienta en Al-Andalus, y bastaba ese ambiente “exótico”
para que alguien hubiera creído que eso lo relacionaba con la fantasía.
Habrá, pues, que andarse con ojo. Lavid Tidhar, con su Osama nominado y premiado y, más o menos, alabado confirmaba que la puerta estaba
abierta ya del todo a que la fantasía y la ciencia ficción se poblara de otras
culturas. Pero la torpeza (o la gula) del mercado es tal que puede que se caiga
en crear interés por el mero aspecto exótico. Vamos, que sería peor el remedio
que la enfermedad.
Portada del número de Clarkesworld de Junio de 2012. El autor es Max Davenport.
De todo esto, claro, no tiene culpa An Owomoyela, que crea
una historia de apariencia sencilla, aunque con bastante enjundia.
Lena es la hija del líder de una aldea. Desde su mirada,
conocemos del detonante que amenaza o promete cambiarlo todo. Amenaza, porque
Enah, un ingeniero, ha llegado para recuperar la corriente del río que antes
pasaba por allí, y el agua, el pozo, su reparto, es el negocio de su padre.
Promesa, porque los aldeanos están hartos de esa dominación.
Lena, esa mirada, no es nada ingenua; sorprende la naturalidad
con la que desglosa que, si alguna vez huye, las opciones de supervivencia
pasarían por prostituirse. Y la primera escena ya la muestra limpiando la
sangre por alguna acción de ese padre que controla el pueblo. No se da tan
fácilmente al ensueño, y, al cabo, los argumentos de Enah parecen quizá
demasiado increíbles.
Puede que el relato tenga coincidencias temáticas con esa
fantasía y ciencia ficción que se centra en cómo alguien de fuera trae una
novedad que cambia toda un sociedad. Am Owomoyela va dando apuntes aquí y allá
de cómo la promesa va calando en el pueblo, cómo les rebela, cómo poco a poco
el tirano ya no es tan temido, y cómo piensan apoyar a Enah con su proyecto.
Pero lo mejor de If Mountain Comes es que esa misma evolución se focaliza en Lena de
una forma concreta.
De hecho, que todo se narre desde ella, que el relato se
detenga en los diferentes matices de cómo asume ese vivir bajo la sombra de un
cacique, hace que nada sea tan simple. Ella sabe, entiende, lo malvado de la
manera de actuar de su padre, pero, al tiempo, vive aislada de todos los demás,
ya que la odian tanto como a él. Está atrapada.
Only my
father. So much in my life was because of my father, or only my father. Because
of my father, I would never die of thirst. Only my father aimed to keep life
and death in a birdcage on his accounting desk.
No es la típica historia de rebeldía de una niña o
adolescente.
I thought,
What happens if the water rises.
But then,
that wasn’t the right question.
What
happens if the water never rises?
Efectivamente. La cuestión no es tanto si Enah conseguirá o
no que vuelva el río, o si el padre logrará impedirlo. La cuestión es que el
cambio, el propio concepto del mismo, ya ha llegado al pueblo y a Lena.
Por eso, considero que el final puede que sea inesperado,
pero coherente. No hablo de un giro final sorprendente. Se trata de que llegado
el momento, el relato desvela lo que antes quizá estaba implícito. Que ésta es
más bien de cómo todo ello se focaliza en Lena. Era, siempre fue, la historia
de Lena y cómo todo lo que sucede la hace que por fin reaccione.
Pese a todo, sí reconozco que su relación con François tal
vez esté menos trabajada de lo necesario para que, después, ese final sea más
comprensible.
De todos modos, he disfrutado bastante con If the Moutain
Comes. Pero insisto: no es ni fantasía ni
ciencia ficción. Aquí, una reseña (de todo el número de Clarkesworld).
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