Ahora que estoy trabajando con un compañero
(@SamuelDalva) en el documento de venta para una serie de televisión, ha
surgido la peliaguda tarea de elaborar un buen log-line. ¿Lo hacemos de una
frase o nos arriesgamos a una segunda? ¿Cuánto de concreto conviene que sea,
cuánto de abrir la puerta a la imaginación o a la curiosidad? ¿Cabe el
concepto, el tema, el tono, o sólo hay palabras y espacio para la peripecia
(sobre la diferencia entre “tema” y “peripecia” recomiendo esta entrada de Bloguionistas)?
Mientras seguimos en nuestro work-in-progress, también
para la sinopsis y otras secciones y apartados del documento de venta, he
querido revisar todos los log-lines posibles, por Internet. Siempre conviene
revisar conceptos que hemos podido usar casi sin pensar. El trabajo tiene
eso de que uno tenga que “responder” y “funcionar” sin tiempo, a veces, para la
reflexión.
Utilizaré como referencia la Black List 2012. Son
aquellos guiones de nuevos talentos guionistas que recibieron más votos por
parte de los ejecutivos de desarrollo. Me parece relevante este método, en
cuanto al tema de los log-lines, puesto que es de suponer que estos fueron los
que movieron a los ejecutivos de desarrollo y lectores varios a leer el guión.
Veamos los diferentes elementos que se repiten en
estos log-lines. Separé en diferentes conceptos, aunque se irá viendo que todos
están muy interconectados.
Los protagonistas.
Hay diferentes opciones. Por ejemplo, en el tema de si
incluir o no el nombre propio. Unas veces, el protagonista queda nombrado no ya
por su nombre, sino incluso por su nombre y apellido. Es el caso de los dos
guiones más votados:
DRAFT DAY
Rajiv Joseph, Scott
Rothman
On the day of the
NFL Draft, Bills General Manager Sonny Weaver has the opportunity to save
football in Buffalo when he trades for the number one pick. He must quickly
decide what he’s willing to sacrifice in pursuit of perfection as the lines
between his personal and professional life become blurred.
A COUNTRY OF
STRANGERS
Sean Armstrong
Based on true
events. Inspector Geoff Harper conducts a forty year search for the Beaumont
Children, three siblings taken from an Australian beach in January of 1966.
Ambos ejemplos sirven para apoyar otra posible
conclusión: incluyamos o no el nombre, lo que sí parece clave es la profesión.
A priori, si es síntesis lo que estamos buscando
cuando escribimos nuestra log-line, transmite más información a qué se dedica
el protagonista que no su nombre.
En Wunderkind (Patrick Aison) basta con decir que el protagonista es un
empleado del Mossad. En Devils At Play (James Dilapo), se requiere una mayor
concreción, dado que el puesto del protagonista no responde a las más comunes y
conocidas:
In the Soviet Union
in 1937, a worker of the People’s Commissariat for Internal Affairs finds a
list of traitors, which he thinks is going to be his way out.
La excepción a esa prioridad de la profesión sobre el
nombre sería, claro, cuando dichos nombres propios sí cuentan. Porque, por
ejemplo, nuestra historia trate de personajes reales; históricos.
SEUSS
Eyal Podell,
Jonathan Stewart
As a young man, Ted
Geisel meets his future wife Helen, who encourages his fanciful drawings, and
in the 1950s when Ted is struggling professionally, Helen helps inspire the
children’s book that will become his first big hit, “The Cat in the Hat.”
RODHAM
Young Il Kim
During the height
of the Watergate scandal, rising star Hillary Rodham is the youngest lawyer
chosen for the House Judiciary Committee to Impeach Nixon, but she soon finds
herself forced to choose between a destined path to the White House and her
unresolved feelings for Bill Clinton, her former boyfriend who now teaches law
in Arkansas.
IF THEY MOVE...
KILL ‘EM!
Kel Symons
After losing his
luster and respect in Hollywood, famed director Sam Peckinpah hopes to direct
his next great film with financial backing from Colombian drug lords and brings
along a novice screenwriter to write the film in Colombia.
Otras veces, la profesión del protagonista tiene otra
intención: añadirle el matiz particular. Eso sucede con este otro caso:
SWEET VIRGINIA
Paul China,
Benjamin China
A former rodeo star
unknowingly starts a rapport with a young man who is responsible for all of the
violence that has suddenly gripped his small town.
Queda claro que a este (intuimos) thriller o de noir
moderno tendrá su tono peculiar, si el protagonista tiene (tenía) una profesión
tan peculiar como estrella del rodeo. Es, incluso, tan chocante con el resto de
la línea (violencia/posibles asesinatos), que también colabora a eso otro tan
útil en un log-line: inducir a la curiosidad.
No es lo común, pero otro elemento a considerar es la
edad. En varios de los log-lines de la Black List se habla de “adolescentes”.
En este otro caso, es mucho más concreto:
THE ONE THAT GOT
AWAY
April Prosser
A twenty eight year
old woman is about to get engaged to her great boyfriend, when the ex she
hasn’t gotten over moves back into town. All of a sudden she isn’t sure if her
boyfriend is really the one, and so she spends time decorating her ex’s new
condo, trying to figure it all out.
¿Es imprescindible el dato de que la protagonista
tiene 28 años? Puede. Puede, cuando la tardanza en casarse es un tema de peso
en la sociedad estadounidense (y no sólo en ella, claro) y que tiene su punto
de drama en esta historia que se intuye como la usual comedia romántica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Blogger está graciosillo, así que ten paciencia con lo de los comentarios. En todo caso, gracias.