Concreción/abstracción de los conceptos
manejados.
La teoría dice que hay que jugar en la estrecha línea
entre ambas cosas. O mejor digamos, algunas teorías; ya sabemos que en esto del
guión hay diferentes posturas; no digamos, ya, si hablamos de esta alianza
peculiar entre guión en sí y mercadotecnia que son los log-lines. Pero en
principio, tiene sentido que el log-line defina bien los hechos de la historia
y que, a la vez, no los cierre del todo para causar la curiosidad del lector
y/ejecutivo de desarrollo.
Hay ejemplos de cómo a veces se cae en un extremo (ser
poco concreto) y el otro (especificar demasiado). Entre los primeros, tenemos
aquel Sand Castle que veíamos
SAND CASTLE
Chris Roessner
Based on a true
story, a group of United States soldiers in Iraq risk their lives to save a
local village.
O este otro:
CLIVE
Natasha Pincus
After an accident
causes a successful CEO to lose both legs, he is forced to re-evaluate his life
and identity.
Puede que defina el género (drama, de nuevo, sembrado
en el campo semántico) pero queda tan abstracto que, al menos para mí, me suena
a visto; a tópico. Si soy malvado, diría que hasta a argumento de TV-movie
mala. (Por cierto, este guión Clive recibió una ayuda al desarrollo por parte del gobierno de Australia. Vaya. Se ve que no sólo los países comunistas y, en palabras de los liberales en economía, poco competitivos, apoyan su industria cinematográfica. Oh, sorpresa.)
Veamos otro ejemplo:
THE DISCIPLE
PROGRAM
Tyler Marceca
A man begins an
investigation into his wife’s mysterious death, only to find that it goes
much deeper than he
imagined.
No sé ustedes, pero yo lo encuentro demasiado
abstracto. Bien, que se hable de misterio; mal, que no se le conjugue nada que
lo defina un poco. De hecho, esta misma historia yo la he visto más de una vez,
de nuevo, en Tv-movies de escasa calidad. Y aún peor: hay una historia casi
calcada en la propia Black List de este año: Come and Find Me, de Zack Whedon.
Sin embargo, un posible log-line defectuoso no implica un mal guión. Al parecer The Disciple Program tiene detrás un buen guionista.
Sin embargo, un posible log-line defectuoso no implica un mal guión. Al parecer The Disciple Program tiene detrás un buen guionista.
Otro caso:
MURDER CITY
Will Simmons
An ensemble crime
story set in Detroit about an ex-con who goes back for one last
heist in order to
settle his family’s debt.
Bien. El autor de este log-line ha optado por definir
(indirectamente) el género, así como la ciudad donde tiene lugar. Lo primero,
puede que caiga en “el exceso” de concreción. Lo segundo, sería discutible.
Esta es, está claro, una historia de venganza, y como ellas, hay mil. Quizá
definir en qué ciudad tiene lugar es el único detalle (con todo, quizá escaso)
que diferencia la historia.
De todos modos, en la misma lista hay un guión que
también contiene el tema de la venganza, y, en cambio, se preocupa de ir más
allá de dar un contexto físico.
THE BROKEN
John Glosser
In 1967 Oklahoma, a war vet/farmer investigates
the suspicious death of his estranged
son in the next county. When he discovers his
son’s brutal murder was a covered-up
gay bashing, he goes on a one-man mission to take
down the corrupt sheriff responsible.
Un año, un lugar, pero también algo sobre el
protagonista, y un detalle que diferencia: quiere vengarse al descubrirse que
el asesinato de su hijo encubre lo que ha sido un crimen homófobo. En términos
de síntesis, el ejemplo de Murder City cumple más a rajatabla; sin embargo, The
Broken es lo bastante concreto para que no se espere de ella que sea una
historia ya vista mil veces.
Otro caso similar, en cuanto a cómo el marco puede
resultar imprescindible puede estar en el siguiente guión:
TIMES SQUARE
Taylor Materne,
Jake Rubin
Set amidst the
transformation of Times Square from New York’s seediest neighborhood to the
commercialized Disneyland it is today, when a secret from his past is
unearthed, a young man’s loyalties are divided between his neighborhood boss
who raised him and the grizzled ex-cop who swore to protect him.
De hecho, es la primera frase la que tal vez le dé su
peculiaridad, dado que la peripecia, la trama que se apunta, suena menos
trillada si se sitúa en un ambiente y contexto tan específico.
Otro caso:
OUR NAME IS ADAM
T.S. Nowlin
An astronaut
travels back in time to enlist the help of his younger self.
Bien. Cumple a la perfección con definir el género,
sin hacerlo explícito: “viajar atrás en el tiempo” es un tema propio de la
ciencia ficción. Sin embargo, ¿sería suficiente esa acción que define la acción
principal del primer punto de giro? “Alistarlo para que le ayude”… Pero ¿en
qué? Esto ya dependerá de cada lector y/o ejecutivo de desarrollo. Para unos,
será tal vez demasiado escueto; para otros, colaborará a esa curiosidad que es
tan deseable. Quizá baste con transmitir “ciencia ficción/viajes en el tiempo”
con ese protagonista de dos tiempos diferentes.
Otra cuestión, relacionada con esto de la concreción y
la abstracción, viene de algo que a mí siempre me ha preocupado: cuánto de un
log-line (de una sinopsis, también) debe incluir del tono/lenguaje de la
mercadotecnia. O en otras palabras, ¿para concretar cómo es la historia le
sumamos adjetivos vistosos o bastaría las acciones expresadas para que esta
calificación provenga del lector?
Me explico mejor, con este ejemplo:
TRANSCENDENCE
Jack Paglen
An epic love story
set in a time where a dying scientist is able to upload his consciousness into
the internet and, facing its global implications, must fight against the forces
who are actively working against the existence of a singularity.
Todos asumimos que un log-line tiene su componente de
publicidad; de marketing. Ahora bien, ¿no suena forzado que lleguemos al
extremo de “vender” que nuestra historia es “grandiosa”? En este caso, nada
menos que “una historia de amor épica”.
Además, el lenguaje publicitario tiene esa problema
llamativo: por una parte, juega a las “grandes ideas” que conecten
emocionalmente (en este caso, con el lector), pero, por otra, el esquema del
titular adjetivado también deviene hueco; abstracto. ¿No sería mejor, me
pregunto, que los hechos expuestos en el log-line “hablen” por sí mismos?
Otro ejemplo venía de la frase que, de hecho, más
innecesaria de aquel otro guión, The Judge.
The ordeal becomes
an emotional journey that makes him a better man.
Siempre que se resume, es
cierto, cabe este riesgo de que no se expresen los hechos, sino un concepto que
los aúne. Pero lo del “viaje emocional”, en mi modesta opinión, tiene un algo
de lenguaje ya trillado, hueco, que, al cabo, no dice nada.
También aparecía en parte del log-line de aquella
historia que veíamos: Extremely Wicked, Shockingly Evil, and Vile.
“Based on a true (and ultimately surprising)
story,”
La series de hechos que seguía a esta primera
frase ya indicaban que ciertamente el abogado protagonista pasa por una serie
de situaciones extrañas. ¿Era, pues, necesario adjetivarla como “sorprendente”? ¿Para qué informar al ejecutivo de desarrollo o al lector de guiones de cómo es nuestra historia con adjetivos?
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