domingo, mayo 22, 2011

THE EVENT (I): CIENCIA FICCIÓN Y ACTUALIDAD

The Event tiene un poco de todo: falta de complejos abordando la ciencia ficción, misterio aplazado (aunque no tanto como Lost, nadie se arriesga hasta estos extremos), y conexiones con otras series.


Si, como en V, hay extraterrestres similares a humanos que guardan un secreto, The Event explora más bien el tema del miedo “al otro”, con similitudes, por ejemplo, con la tercera temporada de Héroes. Hay un personaje, Blake Sterling, que recuerda muy mucho al interpretado por el mismo actor (Zeljko Ivanek) en dicha temporada: un desconfiado hombre “del gobierno” que, a priori, exterminaría a todo el que fuera diferente.

De Lost también adopta una idea: la narración a varias bandas. The Event tiene varios personajes relevantes. Y desde el piloto, esto queda bien remarcado: la acción sucede y sucederá en diferentes lugares, con diversas Subtramas. Por si nos perdemos (que el espectador no se tema que esto será muy complicado de seguir), se usan rótulos antes de cada personaje al que pasamos.

Lo llamativo, y tal vez relevante, es esa presentación “fuerte”, basada en un imaginario que los EE.UU. no pueden dejar de lado: un avión; un (aparente) secuestro; un (posible) atentado. Luego veremos cómo la ciencia ficción cada vez asume más la actualidad en sus propias ficciones, y cómo The Event es ejemplo de ello.

Como Lost ha abierto la puerta a que los saltos temporales ya ni sean “extraños” ni requieren demasiada justificación, The Event hace uso de los mismos, ya en el piloto. También con un elemento de suspense interesante. La acción “presente”, el avión, el atentado, se dosifica mediante esos flash-backs que ayudan a definir personajes, pero, sobre todo, nos cuentan cómo se ha llegado a esto.

Es decir, se equilibra el “queremos saber qué pasa a continuación” con el “queremos saber cómo gente normal se mete en algo así”. Información que se suma a backstory que se suma a Trama general. No está mal.

En el piloto, juegan con uno de los que será los Protagonistas: Sean Walker (Jason Ritter). En el presente, un tipo que toma un avión; en sucesivos flash-backs donde le vemos como un tipo normal. Y, bueno, no sólo: también como un “héroe”.

Es una especie de máxima, tal vez tópica, pero igualmente efectiva. Guionista, presenta (pronto) al Protagonista mediante una acción que le defina. Por eso, tenemos a Walker salvándole la vida a alguien, en un accidente en el mar.

El problema de este que, si bien no es protagonista (en una serie puede haber muchos), sí que tiene todos los atributos del héroe es uno que ya vimos: la verosimilitud. Nos cuesta creernos que un tipo normal y corriente sea capaz de descubrir (nos) una conspiración, huir de “los malos”, etc. Sin embargo, yo prefiero esta cierta recuperación de la confianza en el “average man”. Al fin y al cabo, ¿tan difícil es que un tipo normal sea inteligente? Claro que, llegado el momento, esta ficción hará trampa. Y nos dejará saber que, en verdad, Walker no es tan común. Primero, porque le acompaña una agente del FBI a la que convence. O es el caso de la idea que tiene (siempre destacará por su inteligencia) de chantajear a Vicky la asesina para que le ayude en el tiroteo en la comisaría, en el capítulo 5 (Casualties of War).

Esa lucha del David contra Goliat es uno de los pilares de la serie. Siempre funciona que sigamos a un hombre perseguido de forma injusta que lucha contra fuerzas más o menos “invisibles”. Y en los tiempos en que vivimos, aún más. Hitchcock no nos queda tan lejos, después de todo. Además, esto equilibra la parte que podría ocasionarnos más rechazo como espectadores “impacientes”. Ese otro “lado” principal de la ficción: los extraterrestres y sus Objetivos, sus Intenciones, todo ello menos explícito, más misterioso que el resto.

 El "tema", tan querido de Hitchcock, del "wrong man".

¿Será esto lo que ha sido la causa del fracaso de The Event? Como mucho, ahora mismo el espectador americano acepta la ciencia ficción con tramas que empiecen y terminen (así empezó Fringe). Que no requieran que se siga toda la temporada. La propia V no explica todo lo que pretenden “los visitantes”, pero sí suficiente. Como en Fringe (sobre todo en la tercera temporada), importa menos el “qué (demonios) es esto” que el “cómo resolverán el problema”; “cómo ganarán los buenos”.

Con todo, no es justo. Y lo es, porque de veras que los guionistas se preocupan de que cada misterio o pequeña pregunta que se lance se resuelva no demasiado tarde en la serie. En el capítulo 2 (To Keep Us Safe) ya se habla de quiénes y cómo son los extraterrestres.

Por entonces ya se siembra ese subtema transversal a toda la serie: ¿son personas? ¿Merecen la misma consideración que los humanos? Algo que conecta The Event con Outcasts, donde “los otros” son clones diseñados genéticamente, y viven “ahí fuera”.


 El Presidente recibe el informe sobre la composición genética de los extraterrestres. Las diferencias con los humanos son del 1%. Y sin embargo...

No son baladíes estas coincidencias con Lost (“los otros”, sus intenciones, etc). Tal vez en el mundo post atentados terroristas sentimos que conocemos menos (ergo, tememos) los demás. Tampoco parece que las nuevas tecnologías hayan mitigado ese terror. Un terror que, y es llamativo, ya no se expresa mediante el cine de este género. Se ha desplazado a la ciencia ficción, y este artículo algo de eso apunta, relacionando aquel film Cloverfield con una ciencia ficción que aspira a hablar de nuestros temores. Yo añadiría a esas ficciones otro film muy destacable: Monsters. No parece casualidad que el tercer capítulo de The Event se llame Protect them from the truth

Si a esa ciencia ficción se le suman políticos y/o militares y organizaciones (y religión, en Battlestar Galactica y Caprica), ya tenemos por qué este género parece el mejor recipiente para reflexiones sobre qué nos preocupa y nos aterroriza. Y no el cine de terror, envuelto, en general, en una espiral poco afortunada.

Sea como fuera, The Event rentabiliza ese miedo mediante una operación en lo dramático y en lo narrativo. En lo primero, nos da acceso a unos extraterrestres humanos en todo (alejados de los de V, pero también de la parafernalia de vestuario de Los Otros de Lost), pero con un secreto que apenas desvelan. En lo segundo, con un final de temporada acelerado (y que remonta y mucho) donde se hacen unos enemigos (los "villanos" de la función) peculiares y temibles, a la vez.

Seguiremos analizando todo esto en próximos posts. 

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