Arrow
ofrece una contradicción bastante llamativa. La protagoniza un super héroe, y
esto debería colocar a la serie de The CW en el género de acción. Pero basta
comparar el número, importancia y hasta duración de las escenas de acción de
una serie como Nikita con las de Arrow, para que dudemos.
Nada tiene de malo si la serie no es de acción, claro. Además, The CW ya hacía algo muy similar en Smallville. Una serie
es un formato que quizá pida un desarrollo continuado de los personajes, y de ahí que al final el género sea más el drama. Pero o
bien la cadena ha tomado de la serie sobre Superman eso de abrir la ficción a
demasiados personajes, o estos le sirven a los productores para que se ocupe guiones/metraje
y que no se requiera presupuesto para más escenas de acción.
Así,
la mayor parte del tiempo, en Arrow lo que cuenta es lo que pasa antes y
después de las “misiones”. Eso hace que, como ya decía yo, los villanos sean
casi despreciados como oponentes. Curioso. Quizá baste la idea del héroe; quizá
ésta ya sea atractiva de por sí. Tanto, que no se necesite unos oponentes muy
fuertes.
Otro
elemento que roba tiempo a la acción es la propia estructura. Arrow juega, como
Once upon a time, con un presente intercalado de forma constante por
flash-backs. La sombra de Perdidos parece que permanece. Los guionistas y
showrunners está intentando que dichos flash-backs nos den información que se
va dosificando (qué pasó en la isla), o que sigan cierto suspense (¿cómo escapa
Oliver de este nuevo problema en la isla?). Pero no funcionan del todo, en
especial en lo segundo. Tal vez porque ya sabemos que Oliver sobrevive a todo
lo que le suceda en la isla.
O tal vez porque así se impide que si la trama
episódica, la episodic plot, sea de veras interesante. Es hasta molesto que se interrumpa no
siempre con sentido para volver al pasado. O bien debilita lo que
sucede en presente (¿será por eso que las misiones no parecen tan
complicadas?), o bien desequilibra. Que en un capítulo tenga que haber el correspondiente
flash-back, cuando ya están presentes una subtrama episódica y la horizontal/general es demasiado. Y más, cuando en esa implicación de tal vez demasiados personajes, hace que tampoco falten que haya capítulos con trama general/horizontal, subtrama episódica, subtrama de personajes secundarios y el flash-back. Demasiado, para 40 minutos. Con razón, no hay tiempo para la acción, o para que los oponentes lo sean de veras.
Las
estructuras tan rígidas tienen esas desventajas. La misma Once upon a time peca
de lo mismo. Por eso encuentro tan interesante Person of Interest; porque pese
a todo, su estructura admite variaciones. No siempre son obligatorios los
flash-backs, y, mientras los oponentes episódicos son sólo relativamente
fuertes, la serie ya ha creado suficientes oponentes generales/horizontales que
sí son poderosos. E inteligentes.
¿Y
los oponentes de esa trama general/horizontal de Arrow? Bueno, sin duda que el
mal esté en la propia familia del protagonista, ya decía yo, ayuda a que nos
pongamos de su parte. El “malo”, Mr. Merlyn, se ve que tiene una posición de
poder. Pero, de momento, sólo lo ha ejercido, sobre todo, contra la madre de
Oliver o su nuevo marido. Es verdad que el 01x09 (Year´ s End) ya lo puso, al fin, frente a frente con el arquero,
y que hasta lo humilló. Sin embargo, este capítulo caía en esa característica
común de los de que son de fin de temporada. Éste sólo cerraba el año, pero,
igual que ya explicaba yo aquí sobre los finales de temporada de House, Year´s
End hacía trampa. Con 2013 comenzado, Arrow no ha sido consecuente. Aquel
arquero negro no ha vuelto a molestar a Oliver para nada. Se creaba una
expectativa, y no se le era fiel. No ha habido continuidad. ¿Para que aquella humillación si no ha
detenido que Oliver persista con eliminar esos nombres de la lista? ¿Por qué no ha vuelto a enfrentarse a él?
Javier Meléndez mencionaba ciertos agujeros de lógica en los guiones de Arrow, y sin duda los hay. La
chica de IT que de cuando en cuando le presta ayuda hace ya tiempo que es
inconcebible que no sospeche que Oliver es el vigilante justiciero. Durante los
primeros siete capítulos más o menos, la relación entre Oliver y Laurel pasa por
evoluciones un tanto contradictorias, y hace poco, Speedy pasaba en un capítulo
de ayudar a su madre a superar un mal momento a otro capítulo donde casi la
odiaba con fervor.
Pero
hay algo que no podrá achacársele: desde el momento en que este héroe no
ejecuta cosas demasiado imposibles, se libra más de la acusación de
inverosímil.
Luego,
hay algunas decisiones que han sido inteligentes. El capítulo 01x05 (Damaged)
se dedicó a un ardid que idea Oliver. Si acaba de volver, en su
identidad pública, a la ciudad, y, al mismo tiempo, lo hace el vigilante
(nunca, nunca se le nombrará como “Green Arrow”), es lógico que el la gente
sospeche que son la misma persona. De hecho, Nolan nunca resolvió esa cuestión
de verosimilitud. En este capítulo de Arrow, Oliver hace todo lo posible para
que se exponga que él no es el vigilante.
Otra
decisión acertada ha sido que el guardaespaldas descubra pronto quién es verdad
su protegido. También destaca el personaje de Quentin, el padre de Laurel, el
único que plantea de manera más continuada si este justiciero no es tan ideal
como todos piensan (pensamos). En las diferencias, hasta de una ficción,
digamos, más mediocre, tropezamos con preguntas: ¿por qué en Batman (el de
Nolan, y muchas otras versiones del cómic) no había ni un solo personaje que
cuestionara la cruzada del héroe?
En
relación a las dudas que genera esta misión en la que se embarca, hay algo que echo
de menos de Arrow. De momento los guiones no han profundizado mucho en un aspecto que
sí estaba en el piloto. Es justo algo que no es que le diferencia de Batman
(del de Nolan y del de cualquier otro); es que le coloca muy enfrente: Oliver
Queen sí mata.
En
el capitulo 1x03 (Lone Gunman), él defendía este código en voz alta contra un
villano (Deadshot, muy desaprovechado, y, por cierto, enemigo de Batman en los cómics, no de Green
Arrow) que se lo echa en cara. Pero, al tiempo, en otros capítulos insiste en
que él no es un héroe. Porque precisamente un héroe que mata, aunque sea por
necesidad, puede darle matices a ese rol. Las posibles contradicciones,
conflictos, todas las vueltas que se le podría dar a esto, no están en los guiones de la serie.
Y
ahí está la rareza de Arrow. Ha cogido la herencia de Nolan, que se tomaba tan
en serio como para darle visión de autor (más en el sentido anglosajón que el
europeo, diría yo) a un super héroe de acción. Pero la serie lo ha hecho sin que quede
muy claro (todavía) si al final sólo ha sido para quedarse en la superficie. Esto
frustra. Al menos, a mí. Es como contemplar una serie de entretenimiento que, a
ratos, podría ser más, pero que nunca lo logra. O que no lo intenta.
En
todo caso, veremos. Las primeras temporadas no siempre aseguran lo que vendrá
después. Dependerá de mil factores. Mientras tanto, nos quedaremos con lo que Arrow
sí ofrece. Si es poco o mucho, dependerá de cada uno.
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