El film es del año 1976. Al año siguiente, se estrenó Stars Wars. Con un sentido del espectáculo que, para bien o para mal, lo cambiaba todo. 2001, y el camino abierto por Kubrick era -¿otra vez, quizás?-, cerrado justo tras su paso. La ciencia ficción más reflexiva o sesuda o madura o adulta o filosófica (disculpen la indecisión con los adjetivos; también la tengo a la hora de juzgar la peli de Kubrick) quedaba en segundo plano.
Pero La Fuga de Logan, de forma curiosa, ya parecía dirigirse a eso (casi todo será ya más bien espectáculo), antes que la saga galáctica. Muchos aspectos jugosos de la novela en que se basa se sacrificaron, como puede leerse aquí.
Pero el film de Lucas también revolucionó el cine de Hollywood en términos de efectos especiales. Lo primero que uno encuentra en la mayoría de reseñas es que la película de Michael Anderson se ha quedado “antigua”. En verdad, por muchos otros motivos, como la misma dirección de arte (es cierto que uno nota demasiado que la cámara se desplaza por una maqueta), o incluso cierta ingenuidad, y simplicidad incluso en la relación de los dos protagonistas, Logan 5 (Michael York) y Jessica 5 (Jenny Agutter).
O, bueno, puede que haya que situar el film en su década, porque ese efecto pop también lo producía Barbarella. Claro que en aquella película todo parecía tomarse menos en serio, y la risa o la sonrisa parecían, más que probables, buscadas. Y había un poco más de carga sexual. De todos modos, para ser una película mainstream, La Fuga de Logan tiene elementos eróticos bastante marcados.
“then (they) realize the concepts of mother and father and lifelong commitment. Eventually they surmise “People would stay together out of a feeling of love. They’d stay together, raise children and be remembered.”
Cierto. Menos de acuerdo estoy con que el film sea del todo una especie de respuesta conservadora a la novela de William F. Nolan y George Clayton Johnson. Si aquélla, aparentemente, se ponía del lado del pensamiento de la juventud contestataria, la que quería ser joven para siempre, y la que era “víctima” del sistema, La Fuga de Logan tal vez responda al libro con otra pregunta: ¿y qué tiene de divertido ser joven siempre?
No es que el director o el guión vayan mucho más allá, y planteen, digamos, dicho argumento, tal cual. Pero tampoco sé si una crítica (nada enfática) acerca de la vida sin propósito es retrógrada. Puede que sea yo el ingenuo pero no llego tan lejos como para creer (como Scheib) que el hecho de que se use la bandera americana durante una pelea señale aún más ese conservadurismo.
“seems like [the film] is made by middle-aged conservatives who can’t understand what youth is rebelling about and believes that what they need is to forsake hedonism and make a return to traditional respect for one’s elders, for the sanctity of family and marriage and the American flag.”
Hombre, a lo mejor hay que tomárselo con más humor (como hace Roger Ebert). Además, puestos a analizar al detalle, analicemos. La bandera -la pica donde está, para ser concretos- la usa el villano para casi ahogar al protagonista. Luego, es Logan quien la usa, y contraataca.
¿De verás el uso simbólico de la bandera es, pues, tan unidireccional?
Sigamos. ¿Posee espíritu contestatario? Como diría un americano, “Hardly”.
La ciudad bajo esa cúpula no está controlada por un gobierno oscuro y conspirativo. Lo maneja una computadora. Sus siervos son humanos, el cuerpo llamado “Sandmen” (¿una referencia ininteligible a esa figura que tiene que ver con el sueño?). Son los policías encargados de vigilar y cazar (con bastante mala leche; ver la escena en que juegan a acorralar a uno de los que intentan escapar, un “runner”, un corredor). O sea que, como mucho, la crítica se vertería sobre las fuerzas “represoras”. Quizá el uniforme remita al cliché de la SS (se menciona en la promoción del film algo de ello, que puede visionarse en el DVD). Además, a Francis (Richard Jordan) y el propio Logan son los que empiezan el relato, y les vemos vanagloriarse y divertirse con la caza de runners; esto ya ocasiona un cierto “choque” con el espectador; especialmente con Francis; quizás el mejor personaje, siempre cómodo en su rol de verdugo hasta la obsesión como para perseguir a Logan hasta el final.
Pero el hecho es que mismas fuerzas represoras también sufren el sistema.
Cuando la luz del extraño diamante que todos tienen injertados en las palmas de sus manos parpadea, es hora de pasar por esa ceremonia de la “renovación”: el “Carrusel”.
Y aquí, en la ceremonia, más sensaciones encontradas. Cuando los “elegidos” (los que están a punto de cumplir 30) salen volando, no hay duda: no funciona. Le falta verosimilitud. Y, al mismo tiempo, todo el público gritando y volviéndose histérico (gritan “renovaos”, “renovaos”) produce una cierta inquietud.
Algo que también causa extrañeza son los vacíos del guión, que muchos comentaristas han visto y señalado. Recomiendo leer la introducción al libro que hacen los propios autores, sobre el proceso de compra y venta y adaptación de su novela. Claro que, a ratos, una historia que no aclara mucho causa una sensación de abstracción interesante. ¿Por qué nadie se ha rebelado antes? ¿Qué ha pasado con el mundo? ¿Por qué ni la misma computadora sabe que el sistema ya ha corregido el error de los pocos que han escapado?
Ésta es una de las preguntas más apropiadas, ya que alguno ha señalado como fallo del guión. Pero no lo veo así. Como tampoco creo un descuido que “la resistencia” mande a los suyos fuera, porque es obvio que no saben que antes pasarán por la zona de Box: un robot que no permite que nadie escape.
Es esa área helada donde se da unos de esos momentos para reírse, cuando los protagonistas se quitan la ropa (están empapados) y se la cambian por unas pieles halladas por allí, para, apenas unos minutos después, volvérsela a poner.
"a creepy, poetic robot who repeats variations of this line: Fish, and plankton, and sea-greens, and protein from the sea," as part of his explanation of why his area houses frozen animals and humans. It may not sound remarkable, but after the fourth time he repeats the phrase, it becomes distinctly sinister, in a surrealistic way.”
El anciano que encuentran en el exterior no es que sea de mucha ayuda; no aclara nada a los protagonistas, y tampoco a nosotros, como espectadores. Por cierto, no me parece que la actuación de Peter Ustinov sea tan mala como algunos han señalado. Un poco en su estilo, exagerando un tanto ese viejo despistado.
Yo ya tengo mis dudas, desde el momento en que, cuando están en la ciudad, no parece que se condene abiertamente esa vida fácil. Un par de detalles prueban, además, que se habla de temas bastante poco comunes, supongo, en una superproducción. Logan usa “el circuito” (¿un anticipo de Internet?) para conectarse con otros ciudadanos, a los que puede “materializar” en su habitación. Lo primero que aparece es … ¡un hombre! Y uno que incluso le hace un gesto ambiguo a Logan, que, por cierto, sólo se sonríe y mueve la cabeza. Luego, una vez aparece Jessica, ella le comenta que no le apetece sexo. Logan responde:
Oh, you prefer women?
Otra de las escenas que, cuando menos, resulta llamativa, es ese “paso” por “The House of Love”: un local donde se vive una orgía continua. Lo malo es que la cámara lenta devuelve un tanto de esa ambigüedad: ¿será que los protagonistas huyen de esa forma de vida y de las drogas (los coletazos de los 60) , ya que ese relentí transmite un poso de pesadilla?
Veamos si los mensajes nos llegan más claros una vez escapan de la cúpula.
No notamos que los protagonistas admiren o respeten la edad de ese anciano que hallan. Para empezar, esta edad se muestra con su lado negativo: el pobre tipo apenas recuerda nada, y tiene visos de haber perdido casi toda su razón. Poco “modelo” puede ser para nuestros héroes. Eso sí, a ellos les fascina la barba, las arrugas. Y sí, eso del matrimonio, aunque también lo de criar a los hijos. Bajo la cúpula, los niños no conocen a sus padres.
Por otro lado, no parece que Logan y Jessica abandonen algo de su lado “hedonista”, pese a que hayan salido. Hay toda una escena donde, desnudos, se bañan y tontean en el agua. Y, aunque en elipsis, claro -tampoco se puede pedir peras al olmo-, hacen el amor. Otro detalle: si ese hedonismo lo transmite bien un traje de la chica que es, a ratos, bastante transparente (no lleva nada debajo), desde luego no es que lo abandone una vez en el exterior.
No, no parece que el mensaje de “volved a los viejos tiempos” sea tan obvio. Se me ocurre, que, así visto, el film de Shymalan, El bosque (The Village, 2004) entonces también es conservador.
¿Nos habla de que la dictadura de la juventud no es precisamente una utopía conveniente? ¿O nos habla de conceptos más vagos, como la libertad de decidir vivir como uno quiera? Es decir, ¿no podía el film ser menos ambiguo, y marcarse unas cartas de manera más clara, para saber qué quiere decirnos?
Pues, es probable. Eso, si pensamos como ahora, en que la autoría, la película de un director (y no de un productor, o de un proyecto más amplio) es posible, algunas veces. Para un film como la Fuga de Logan, que, además, parece que fue de un gran presupuesto (muchos egos que conformar, muchos matices que se pierden por el camino), se conforma con ser entretenido, e introducir un poco, un atisbo no demasiado clarificador, de visión sobre la sociedad.
Además, viendo los extras del DVD, descubro que hay escenas cortadas. Esto quizás aclare las lagunas de la historia. Por desgracia, cuando se llega hacia el final, esto ya no produce extrañeza sino algo de desesperación. De pronto, la ciudad explota por todas partes, y la salida al mundo exterior es más que precipitada.
Y todo comienza justo después de que la computadora se vuelva más o menos “loca” cuando no puede procesar la información que le sonsaca a Logan. ¿Cómo que no hay ese santuario al que todos se supone que huían?
Otro momento surreal, donde los haya. ¿Será que la computadora tampoco asimila lo que un espectador medio ha tenido que “superar”, en cuanto a datos que se nos escamotean?
Y, de nuevo, mientras uno puede que se ría, también puede sorprenderse. El interrogatorio es indirecto, mediante una especie de introducción en la mente de Logan. Aparecen unos hologramas que, se supone, son los pensamientos de Logan. Repitiendo una y otra vez lo que ha descubierto. Raro, pero creíble.
Como en esa escena en la máquina que cambia las caras, no todos los efectos especiales o detalles de la dirección de arte son siempre desastrosos.
En resumen, es muy posible que el guión que prepararon los autores de la novela fuera más verosímil, más serio, y, seguro, más claro en el mensaje: como puede leerse en la misma introducción, trataba del tema de la superpoblación.
Claro que eso también le hubiera añadido un elemento que, ahora, también sería visto como desfasado. Sólo por entonces era preocupante cómo afrontar el crecimiento de población, como pasaba con Cuando el destino nos alcance (Soylent Green, Richard Flesicher, 1974).
La verdad es que me la encontré no hace mucho en un canal y la volví a ver y tuve la sensación que en su momento la gente fliparia( y nunca mejor dicho) visualmente y porque incluso si que hay carga sexual pero aunque se perdieron muchas cosas por el camino al menos tenía una intención aunque a mi si que me dio la idea de que era un poco vuelta a los valores tradicionales, en plan incluso, la tecnología es mala. Por cierto Internet ya existía aunque no a nivel usuario y con otro nombre y solo lo tenían los militares. Del bosque (the village) ya hablaremos largo y tendido cuando uno de los dos hable de la película.
ResponderEliminarDe todas formas, no niego que la película tenga su carga de conservadurismo. Es más que, justo por ser tan ambigua (o mejor dicho, tan indecisa) no acaba de ser ni una cosa ni la otra. Y sigue teniendo momentos un poco surrelistas.
ResponderEliminarA mi me toco verla de niño como quien veia Plaza Sesamo en las tardes, no me la perdia, el domo, los autos, las armas, en fin sin embargo tiene todo un aire propio de las peliculas influenciadas por lo hipie y lo GROOVIE, algo que te deja la sensacion que la pelicula bien podia ser un sueño y juega la final mucho con tu subconsiente...es meritoria la capacidad de implantar ideas e imagenes que uno le inspiren mas haya que solo hechos o entretencion sino que le dejen una huella permanente en su conciencia o neuronas o alma pensante o como se llame
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