Ripper Street (BBC, 2012) está ambientada justo unos años después de la violencia ejercida por el famoso asesino que actuaba en esta zona de Londres. El piloto nos centra aquí, y en cómo aquellas atrocidades empezaron a señalar el barrio como hervidero de problemas que requerían una solución. Y, desde ahí, la serie cuenta las postrimerías de aquel desastre a nivel policial. Y retrata los intentos del inspector Reid para traer ese poco de cordura, junto a su ayudante Bennet Drake y su colaborador americano en asuntos de autopsias y similares, Homer Jackson.
La fuerza en los guiones de cada
trama episódica es mucha. La serie utiliza el género histórico para dar
perspectiva al presente. Unas veces juega a contrastar temas actuales con
antiguos. El capítulo The Weight of One Man's Heart tenía una trama casi igual que una de la serie Arrow,
acerca de los problemas de adaptación de los soldados que retornan de la
guerra, lo que probaba que los tiempos cambian sólo relativamente.
Otras veces, se toma hasta alguna libertad en cuanto a exactitud histórica, para que las tramas se ambienten en detalles de la Historia que apelen a la curiosidad y la atención del espectador. Por ejemplo, el precio social de la construcción de la red de metro londinense, como se cuenta en el 01x04, The Good of the City, o la participación de personajes históricos reales, como el Hombre Elefante, que aparece en la segunda temporada.
Otras veces, se toma hasta alguna libertad en cuanto a exactitud histórica, para que las tramas se ambienten en detalles de la Historia que apelen a la curiosidad y la atención del espectador. Por ejemplo, el precio social de la construcción de la red de metro londinense, como se cuenta en el 01x04, The Good of the City, o la participación de personajes históricos reales, como el Hombre Elefante, que aparece en la segunda temporada.
Con todo, existe
una Trama principal. En la primera temporada, una centrada en Reid. Como cualquier “hombre bueno”, Reid
tiene su carga a sus espaldas, que se irá desvelando poco a poco a medida que
transcurran los capítulos.
Y he aquí que ya en
el capítulo 2, se da un aprovechamiento muy oportuno. Con estos tiempos tan
limitados que tiene la ficción audiovisual, ya sabemos que es fundamental el equilibrio. El equilibrio para que, en el caso de las series, las tramas principales y las episódicas estén bien encajadas. El equilibrio entre aportar información para que ambas tramas avancen y la exploración de los personajes.
En In My
Protection, aún es pronto para que sepamos demasiado sobre qué causa el
problema (el conflicto interno, dirían algunos autores) de Reid. Pero nunca es
pronto para sembrar: para plantar.
En las cercanías
del clímax del capítulo, Reid se ha parapetado en un hospicio para proteger a
un testigo. Pero la información a llegado hasta el líder de la banda que desea
silenciarlo. Tras el intercambio de amenazas, Reid cierra puertas y ventanas. Y
se preocupa de que la directora del hospicio y los niños reunidos a su cuidado
queden tranquilos.
Todo ello es trama.
Y de pronto, el guión incluye un detalle. La directora del hospicio anima a los niños, comentando que el buen inspector les arropará. El inspector mira a la directora. Y niega. Muy, muy suavemente (tanto, que el fotograma aquí reproducido es probable que no permita transmitirlo).
Una de las niñas pequeñas siente el miedo por ese posible inminente ataque. Alza los brazos hacia Reid. Reid duda. Un segundo. Pero duda. Al cabo, la toma y la acuesta.
Una de las niñas pequeñas siente el miedo por ese posible inminente ataque. Alza los brazos hacia Reid. Reid duda. Un segundo. Pero duda. Al cabo, la toma y la acuesta.
Quizá en este
momento no lo sepamos del todo. Pero está ahí: anticipado.
Poco a poco, durante la temporada, sabremos que Reid y su backstory precisamente se revuelven en torno a su
condición de padre. Que su carga tiene que ver con cómo perdió a su hija. Y esto se hará con una progresión muy medida, en cuanto a dosificación de la información.
Lo breve del apunte
ayuda a que esté ahí, presente, y que quizá apele a nuestra intuición. Pero que
no destaque, a la vez. Que no sea enfático.
Conclusión: si vas
a ir ampliando los datos en torno al backstory de un personaje y la gama de
emociones que produce en él, hazlo con detalles leves. Y mejor si son visuales.
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