jueves, septiembre 19, 2013

THE KILLING 03X09: DOS ESCENAS (II)


Decía yo que el capítulo 03x09 de la serie The Killing, de AMC, ofrecía más de una idea de guión interesante para el análisis. Veamos la escena que considero más conseguida.

El capítulo incluye en la trama principal el hallazgo del cuerpo de un personaje relacionado con Holder. Esto le afecta de modo personal, y de ahí que la trama principal se despliegue en una subtrama de cómo asume este personaje dicha muerte.

Holder se encierra en casa, y Linden va a visitarle. Doble objetivo de ella, ya que la visita es, en primera instancia, para apoyarle y sacarle del pozo en que se va hundiendo. Pero también para compartir con él lo averiguado.




Los pequeños gestos también engrandecen. Y hasta matizan el tono. Aquí, es dramático, claro, de forma predominante. Pero que Holden le pase el paquete de cigarrillos es casi ya una broma privada con el espectador. Y resta intensidad a lo que ya es bastante dramático. 


Por eso decía yo que en la misma escena había oportunidad para apuntar tres direcciones.

El objetivo primario del personaje de Linden en la escena es indagar ese estado de ánimo de su compañero. Pero él no quiere hablar de ello, de forma que se centran en el caso. En la entrevista que tuvo Linden con el niño.








Por un lado, tenemos que la escena y el dialogo exponen información. Se aclaran datos. Se responden preguntas. Porque uno se cuestionaba cómo es el que el niño (Adrian) había sabido qué fotografía señalar; cómo era que sabía que Mills era el principal sospechoso. Con Linden charlando sobre esa mentira del niño, y teniendo a Holder como interlocutor, el diálogo permite esa respuesta a la duda del espectador. 

En segundo lugar, la escena abre conexión con una subtrama: la de Seward (Peter Saargard), el acusado injustamente que aguarda su ejecución. Linden se plantea ayudarlo, aunque tenga que mentir sobre ese testimonio falso del niño. Esto enlaza con un objetivo del personaje de Linden que surge y crece durante la serie: confirmar que Seward es inocente.







Y la escena cierra volviendo al objetivo primero de Linden, y a esa subtrama de cómo Holder afronta la muerte de ese personaje secundario. Estructura circular, pues.











El matiz destacable, el clímax, es cómo Holden se viene abajo. Es a partir de un gesto: del intento de besar a su compañera. Comienza a pedir perdón por ello... y eso le sacude para que al fin se rompa. Como si le recordara que quiere pedir perdón por la muerte de ese personaje secundario.







Todo, en apenas tres minutos. Tres minutos con sus pausas, sus silencios, sus gestos. No está pero que nada mal.

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